4 mitos del tiempo

Herramientas para optimizarlo

El tiempo, el personaje tan nombrado, tan presente en la vida de la mayoría de los seres humanos, o más bien, me atrevería a decir de todos los seres humanos.

Le doy el nombre de personaje porque parece que en las historias de nuestras vidas, en algunos casos es el malvado, en otras el responsable, de las situaciones y acontecimientos que nos suceden. De esa forma, escuchamos comentarios tales como “Me faltó tiempo”, “No tuve tiempo”, “¿Cuánto tiempo necesito para realizar esto”, “Si tuviera el tiempo”. También hay otras comentarios más esperanzadores “El tiempo de Dios es perfecto”, “Todo a su debido tiempo”, “El tiempo es amigo de la eficiencia”

Como ser humano, yo he utilizado las frases resaltadas arriba y me he descubierto, en alguna etapa de mi vida, en una lucha contra el tiempo. !Sí! !Lucha!, resulta que el tiempo es un personaje con quien también se lucha.

Un día estaba nadando y se me quedó el reloj. No podía ver “el tiempo” en que hacia las series de 50 metros, y más aún, no podía ver la hora. Sentí que más me angustiaba no saber qué hora era, porque tenía que salir corriendo para ir al trabajo o buscar a mis hijos al colegio (no lo recuerdo) que, conocer mi desempeño deportivo en ese momento y tener sensaciones de logro y diversión.

Al llegar a casa, agotada, vi el reloj y pensé “!Aquí estás!” y, de repente, sentí la necesidad de reflexionar acerca del tiempo porque, además, el tema que recurrentemente se repite en mi trabajo como coach neurolingüístico y mentor de emprendimiento, acompañando a líderes y emprendedores, es justamente cómo administrar el tiempo. Más aún, la empresa donde trabajo se llama “Metas”, y si adentramos en el concepto de metas, significa lograr algo en un tiempo determinado.

En esta reflexión, lo primero que hice fue tomar un papel y un lápiz y anoté algunas preguntas: ¿Qué es el tiempo? ¿Las horas? ¿Los años? ¿Una medida? ¿La eternidad? ¿Existe el tiempo? ¿Quién mide o determina el tiempo?

Busqué el significado en la Real Academia Española y tiene dieciocho acepciones, desde duración, secuencia, época, magnitud física, entre otras, lo que no me aclaraba mucho en lo que quería saber, solo que es una especie de “comodín” que podemos utilizarlo para varias cosas. Sigue siendo el personaje de la historia, el malvado o el rescatador.

Pregunté a varias personas a mi alrededor las mismas preguntas que yo me hice. Mi familia, mis amigos, mis compañeros, mis clientes. Hay un sinfín de respuestas. El tiempo significa para cada quien algo diferente, lo que me llega a concluir que hay tantos significados del tiempo como personas hay en el planeta.

Logré construir una definición personal que, como nos sucede a todos, es la interpretación de mis creencias y hábitos. Esta definición es así:

El tiempo es la energía que tenemos para ser aprovechada como impulso y apoyo en el camino de aquello que queremos lograr.

Es energía porque nos provee la capacidad de actuar, emana de cada uno de nosotros como un recurso disponible que está en nuestras manos, invisible, y a la vez, se puede sentir. Es energía porque nos envuelve con su fuerza para recordarnos que todo lo que vemos, escuchamos y sentimos son producto de nuestras interpretaciones y, si así lo queremos, podemos dar los pasos necesarios y suficientes para transitar por el camino del cambio, del logro, apoyados e impulsados por él, en sus distintos conceptos como se manifiesta: eficiencia, rentabilidad, metas y paciencia.

Si lo concebimos como energía lo podemos relacionar con productividad, uno de los pilares del “Modelo Metas para el Crecimiento”. La productividad es realizar una actividad cumpliendo la responsabilidad para lo cual nos comprometemos, unido con la dedicación de dar lo mejor, generando satisfacción en el entorno, en un ambiente de bienestar. Para que esto ocurra, es necesario el tiempo, definido desde un principio, aprovechado como un recurso, utilizado como monitor del acercamiento o desvío, y aterrizaje de la meta que queremos alcanzar.

La conexión entre el tiempo y la productividad es completa. El tiempo aparece desde el principio hasta el final cuando analizamos la productividad de nuestras acciones. Es el impulso que necesitamos para sentirnos tranquilos, serenos, satisfechos y empoderados.

Continuando con la reflexión que hice junto a mis compañeros de camino, se puede concretar cuatro mitos que tenemos con relación al tiempo. Estos son:

El tiempo se administra

En lugar de sentir y tratar al tiempo como algo que se gana, se gasta y queda un saldo, la invitación es a vivirlo como un recurso que se aprovecha porque está para nosotros.
El tiempo no debería verse como una cuenta bancaria. que sí se administra, porque no hay tal evidencia que indique que ganamos o perdemos tiempo, ¿esto según quién?

En lugar de sentir y tratar al tiempo como algo que se gana, se gasta y queda un saldo, la invitación es a vivirlo como un recurso que se aprovecha porque está para nosotros.

El tiempo no debería verse como una cuenta bancaria. que sí se administra, porque no hay tal evidencia que indique que ganamos o perdemos tiempo, ¿esto según quién?