“(…) en ocasiones, tienes que cavar para encontrar soluciones.
Y en otras, es tu compañero quien tiene la pala”
Ken Blanchard
En estos tiempos de pandemia, COVID-19, la creciente popularidad de las telecomunicaciones está acelerando el concepto de trabajo en equipo. Ya en la última década se ha venido insistiendo en su pertinencia.
El trabajo en equipo es la asociación de varias personas con conocimientos, habilidades y destrezas, talentos diferentes, o similares, para dirigirse hacia una meta común. En el trabajo en equipo hay un hilo conductor, o más bien conector, que existe necesariamente para que ser entrelacen todos los componentes.
Dicho así pareciera fácil, se agrupan varias personas con estas características y ya hemos conformado el equipopara trabajar; sin embargo, no siempre es así.
Esta maravillosa tendencia de trabajar en equipo funciona si en cada uno de los miembros del equipo, y en su conjunto, se practican algunos comportamientos, tales como el autocontrol, la confiabilidad, la credibilidad y la precisión. De la misma forma, ese hilo conector es la confianza.
El reto actual es realizar el trabajo “a distancia” o “desde casa”. Varias personas han expresado que hoy se está trabajando menos para la empresa y más para el ser humano, lo que invita a activar una gran dosis de “Inteligencia Emocional” para tener herramientas válidas y poder mantener excelentes relaciones interpersonales.
Las inquietudes de hoy: ¿cómo se pueden iniciar, generar y sostener relaciones interpersonales “a distancia”? ¿es posible? ¿cómo se logra bienestar en todos los miembros de un equipo si cuesta un poco sentir los estados de ánimo, o simplemente, las conexiones tecnológicas pueden fallar?
Si damos una rápida ojeada a la historia de la humanidad, nos daremos cuenta que eltrabajo en equipo ha sido la estrategia más eficaz, entre otras, para el desarrollo del hombre como especie y como individuo social. Lo que a veces el individuo no logra, el equipo lo consigue. Somos seres gregarios, sociales y nos gusta el compartir.
Esto nos evoca a lo que dijo en una oportunidad la madre Teresa de Calcuta: “Yo hago lo que usted no puede y usted hace lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas”. Esta frase dice más de lo que parece a primera impresión. Las “grandes cosas” son los logros, los aprendizajes, el aprovechamiento de oportunidades, todo aquello que nos acompañe en el camino de alcanzar nuestro propósito.
Vivir en comunidad ha permitido el desarrollo de los talentos, la afinación de las habilidades. La sinergia que se produce entre los individuos que trabajan en equipo, ayuda a compensar y equilibrar lo que falta y lo que sobra. Aparece la solidaridad y la colaboración, para avanzar hacia los objetivos propuestos.
Ahora bien, es pertinente acotar que este tipo de dinámica puede darse únicamente cuando el trabajo en equipo no se desvirtúa y ni deviene en competencias desleales y luchas internas.
¿Qué aporta trabajar en equipo?
“Grandes cosas”
Apartar el tú y el yo para convertirlo en un contundente nosotros.
Sabemos que el mundo moderno está lleno de tecnología, capital, empresas grandiosas, empresarios inteligentes, capaces e innovadores, experimentados, y aún así, faltan buenos equipos de trabajo. Todos estos elementos son imprescindibles para la efectividad, y el elemento humano es primordial, diríamos que el más importante. El factor técnico está relacionado con la experiencia, el coeficiente intelectual; el factor humano está asociado a la inteligencia emocional.
Decíamos que un equipo de trabajo es una agrupación de individuos orientada a la consecución de un objetivo común y para que funcione cada uno de sus miembros necesita sentir bienestar, ya que el verdadero trabajo en equipo es más allá de alcanzar una meta u objetivo, es caminar juntos, es vivir el tránsito, es apoyarse y levantarse.
Para que un equipo funcione cada uno de sus miembros y, entre todos, entrelazan sus intenciones con verdadera conexión e interés genuino, logrados a través de una comunicación respetuosa y clara. Mientras exista conexión, la capacidad de influir e impactar en un individuo y en el equipo incrementa.
Como dijimos antes, se hace imprescindible la “Inteligencia Emocional (IE)” para que el equipo se conforme y se sostenga.
¿Qué es la inteligencia emocional?
Es la convicción que tenemos los seres humanos en que tomamos mejores decisiones con calma mental y serenidad de espíritu. Esto significa que, ante emociones eufóricas de rabia, tristeza, alegría o miedo, es necesario instaurar el valor de reconocer que es requerida una pausa que permita disociar nuestra mente y nuestro corazón para reflexionar y tener una perspectiva diferente y escenarios más amplios en situaciones particulares.
Ser inteligentes emocionalmente demanda coraje. Es una acción que requiere práctica. Se puede aprender.
Lo primero, es estar conscientes de la tranquilidad como compañera de vida. Seguidamente, hay cuatro acciones que recomendamos aplicar:
- Autoconocimiento.
- Atención de las emociones.
- Armonía social.
- Conciliación de las relaciones.
Autoconocimiento | Se refiere a saber qué nos gusta y disgusta, qué apreciamos, valoramos y, definitivamente, lo que nos desmotiva y se aleja de nuestro bienestar. El autoconocimiento significa observar hacia adentro. Comprender nuestro desempeño en distintas situaciones: ¿qué hacemos? ¿cómo lo hacemos? ¿somos asertivos? ¿disfrutamos? ¿reaccionamos? La pregunta de reflexión es: ¿Qué tanto te conoces? |
Atención de las emociones | Es la relación entre la identificación de las emociones con los comportamientos que se originan al manifestarse. Está íntimamente conectado con el autoconocimiento. Es, además, darse cuenta que un manejo débil de las emociones origina un bloqueo mental, lo que trae como consecuencia acciones, o más bien reacciones, perturbadas, nubladas y fuera de foco. En este punto es necesario identificar la raíz de tus emociones y preguntarse: ¿cuáles son las emociones que te detonan un comportamiento inadecuado? |
Armonía social | Significa comprender que pertenecemos a un equipo, a una comunidad. Somos seres de “manada” o “tribu”. Es necesaria la interacción social. Para que esta interacción sea armónica entre unos y otros, el desarrollo de las competencias de adaptabilidad y flexibilidad es imprescindible y también es preciso comprender cuáles son las creencias colectivas que tenemos como verdades y nos potencian o limitan en aquello que queremos alcanzar. |
Conciliación de las emociones | Es la autenticidad acompañada de amistad, respeto y comprensión que, así como cada uno de nosotros tiene su forma de percibir, sentir y actuar, todas las personas lo tienen. Para la existencia de la conciliación de las emociones, es necesaria la confianza en nosotros mismos y en los demás. También el entendimiento que la comunicación es la base de todas las relaciones. |
El engranaje de estas acciones nos acerca cada vez más al propósito de vivir el camino de la vida con el máximo bienestar que nosotros mismos podemos regalarnos.
En el día a día se tienen muchos ejemplos, sencillos y poderosos, que demuestran cómo podemos aplicarlas. Así tenemos, las personas con aptitud de colaboración promueven un clima amigable de trabajo, esto se traduce en fluidez de información, aprovechamiento de los recursos y equilibrio en las relaciones personales. Esto permite que la gente se divierta en el trabajo y aporta un extraordinario capital humano que contribuye que el equipo se destaque en los buenos momentos y en aquellos no tan buenos sepa sobresalir sin heridas profundas.
Probablemente la gran ventaja de conformar equipos de trabajo sea la productividad colectiva que impacta directamente a los resultados de rentabilidad de un negocio. Sin embargo, las ventajas reales siguen en el plano personal, por lo que se hace imprescindible practicar las acciones de la inteligencia emocional (IE)
¿Qué hace la IE por los equipos de trabajo?
Permite que se fomente, principalmente, un debate abierto y que los integrantes del equipo realicen un examen auto crítico de las suposiciones de ellos mismos, sin sobrecargas emocionales que perjudiquen la calidad de las decisiones. Lo bien y acertado que se haga esa discusión es equipo.
Los resultados de la aplicación de las acciones que engloban la inteligencia emocional son infinitos. A continuación, podemos nombrar los que, a nuestro entender, son los que más beneficios traen a los equipos de trabajos en una empresa:
- Equilibrio entre los aspectos humanos y los financieros.
- Compromiso real y creíble.
- Comunicaciones fluidas y sinceras.
- Fortalecimiento de la confianza mutua.
- Competencia sana, equilibrada y productiva.
- Colaboración, apoyo y utilización adecuada de los recursos.
- Aceptación de riesgos.
- Pasión por el servicio. Adaptación al cambio.
La presencia de la IE en la formación de equipos de trabajo es relevante tanto en los presenciales como en los virtuales. No olvidemos que para que funcionen, debemos cuidar al ser humano y solo así tendremos equipos exitosos.
Recordemos: El trabajo es una recompensa para quien disfruta de él.
Zoraida Mármol
Escritor – Coautor Equipo METAS
Licenciada en Letras – Especialista en Mitología Griega – Facilitador de aprendizaje en Tecnologías de Desarrollo Humano
@Zoraida.Marmol
Alejandra González Mármol
Director – Fundador Equipo METAS
Coach Neurolingüístico – Coach Organizacional – Mentor de Emprendedores – Especialista en Desarrollo Organizacional – Facilitador de aprendizaje en Tecnologías de Desarrollo Humano
Hipnoterapeuta Clínico
@Alemarmol0711